La dictadura cada día que pasa se desespera más e incurre en actos de mayor radicalización, ciertamente el ataque con toda la etiqueta de militares en contra de los transmisores de Canal 36 y Radio Globo son totalmente achacables a actos de terrorismo de estado. Esta noche, dichos transmisores ubicados en el cerro Canta Gallo de Tegucigalpa fueron atacados por bombas y químicos, para que vean hasta dónde ha sido capaz de llegar el régimen dictatorial.
En horas de la noche de éste domingo y unas horas después de la llegada al país del juez de la Corte Penal Internacional, Baltasar Garzon, dos medios de comunicación fueron víctimas de ataques terroristas.
Tegucigalpa.
Radio Globo y Canal 36 fueron víctimas la noche de éste domingo de atentados contra sus transmisores, ubicados en el cerro Canta Gallo, en las afueras de la capital. “Tenemos información de que una bomba de químicos fue lanzada a nuestros transmisores y los de Radio Globo, pero lo que nos preocupa en este momento es la vida del vigilante que se encontraba en el lugar, con quien no hemos logrado comunicarnos”dijo el periodista Esdrás Amado López, director de Canal 36. Amado López, manifestó que el atentado criminal es obra del presidente de facto, Roberto Micheletti, y aseguró que todo se trata de una estrategia para intimidarlos y que no sigan transmitiendo informaición contra el golpe de estado. Los químicos, que lanzaron dijo López en una comunicación telefónica realizada al programa del periodista José Ochoa y Martínez, han destrozado los cables, pero recalcó que lo que les preocupaba en ese momento era el estado físico de la persona que custodiaba el lugar.
Ante la situación, señaló que se había comunicado con la fiscal de Derechos Humanos, Sandra Ponce, pero ésta dio de respuesta que sería hasta el día lunes que procederían tomar acciones en el caso.
“Estamos siendo perseguidos, y ya nos amenazaron, hasta hay precio por nuestra cabeza, pero no van a lograr que demos marcha atrás, seguiremos transmitiendo información sobre las actividades que realizan los hondureños contra el golpe de estado, y además denunciando las violaciones a los derechos humanos que realiza el dictador Roberto Micheletti” agregó.
En horas de la noche de éste domingo y unas horas después de la llegada al país del juez de la Corte Penal Internacional, Baltasar Garzon, dos medios de comunicación fueron víctimas de ataques terroristas.
Tegucigalpa.
Radio Globo y Canal 36 fueron víctimas la noche de éste domingo de atentados contra sus transmisores, ubicados en el cerro Canta Gallo, en las afueras de la capital. “Tenemos información de que una bomba de químicos fue lanzada a nuestros transmisores y los de Radio Globo, pero lo que nos preocupa en este momento es la vida del vigilante que se encontraba en el lugar, con quien no hemos logrado comunicarnos”dijo el periodista Esdrás Amado López, director de Canal 36. Amado López, manifestó que el atentado criminal es obra del presidente de facto, Roberto Micheletti, y aseguró que todo se trata de una estrategia para intimidarlos y que no sigan transmitiendo informaición contra el golpe de estado. Los químicos, que lanzaron dijo López en una comunicación telefónica realizada al programa del periodista José Ochoa y Martínez, han destrozado los cables, pero recalcó que lo que les preocupaba en ese momento era el estado físico de la persona que custodiaba el lugar.
Ante la situación, señaló que se había comunicado con la fiscal de Derechos Humanos, Sandra Ponce, pero ésta dio de respuesta que sería hasta el día lunes que procederían tomar acciones en el caso.
“Estamos siendo perseguidos, y ya nos amenazaron, hasta hay precio por nuestra cabeza, pero no van a lograr que demos marcha atrás, seguiremos transmitiendo información sobre las actividades que realizan los hondureños contra el golpe de estado, y además denunciando las violaciones a los derechos humanos que realiza el dictador Roberto Micheletti” agregó.
Canal 36 y Radio Globo, fueron dos de los primeros medios de comunicación que dieron información sobre el golpe de estado, el día domingo 28 de junio, y también fueron víctimas de represión militar, cuando miembros del ejército se tomaron las instalaciones de sus oficinas para evitar que difundieran lo que estaba pasando, mientras la mayoría de informativos hondureños ocultaban lo ocurrido.
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