martes, 11 de agosto de 2009

Y si el país es todo un nombre

Vengan hombres del Patuca

orfebres del sueño,

vengan a tomar por la cintura

a las hembras tímidas del Coyocutena.

Levántense brazos de Utila,

crucen a nado

el pecho hirviente del Goascorán.

Ahora la tierra es vasta

en Jamastrán del surco,

ahora en Boquerón del ciervo

faro Caxinas

y espejo gigante de la Caratasca.

Vengan lluvias lejanas del Mocorón

a engrosar los cauces y a besar convulsas

las tierras bajas del Aguán.

Tremendo poder infinito

¡hombres de poca fe y de mucha tierra!

en Teupasenti la dulzura

y en Colomoncagua el grito de guerra…

Son nombres y un país,

conjuros de lengua muerta

¡y qué importa

si cantando Sensenti ya es un poema!


F.E.

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